“No podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres” (Celaá)
Los padres tienen el deber y el privilegio de escoger el colegio al que deben llevar a sus hijos. Los deberes que los padres tienen con sus hijos dimanan de la patria potestad.
La patria potestad es el conjunto de derechos que la ley confiere a los padres sobre las personas y bienes de sus hijos no emancipados, así como el conjunto de deberes que también deben cumplir los progenitores respecto de sus hijos.
La patria potestad siempre ha de ejercerse en beneficio de los hijos y entre los deberes de los padres se encuentra la obligación de estar con ellos, cuidarlos, protegerlos, alimentarlos, educarlos, procurarles una formación integral, representarlos legalmente y administrar sus bienes.
La responsabilidad parental que deriva de la patria potestad comprende el deber de educar a los hijos y procurarles una formación integral (art.154CC)
Por lo tanto, es el deber de los padres decidir cuál es la educación que van a recibir sus hijos.
Esta función que pertenece a los padres choca frontalmente con la aseveración de la ministra de educación que sostiene que “no podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres”.
El Estado tiene el deber subsidiario de ayudar a las familias con este deber, nunca debe anteponerse a los padres ni asumir su responsabilidad mientras los padres puedan ejercer este derecho.
La nueva ley de educación la LOMLOE se apropia el deber de los padres al eliminar de la ley el concepto de demanda social (art. 109). Este concepto conlleva que el Estado esté como subsidiario de los padres. Ahora al desaparecer la posibilidad de escoger es le Estado quien asume el derecho de educación de los hijos y relega la educación concertada a la que se propone la muerte lenta por inanición.
Es necesario volver a respetar los derechos Humanos. Es necesario respetar la escuela concertada que propone y dispone pluralidad de centros. Es necesario ir a la raíz del problema del abandono escolar sin perjudicar el derecho de los padres a escoger el colegio que quieren para sus hijos.
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